LA BIBLIOTECA DE NOEMI

Con la llegada del otoño aparecen en nuestros bosques unos frutos extraños, pero atractivos: las setas. Algunas son peligrosas, pero buena parte de ellas, las más buscadas, son muy apreciadas.
Cada año somos más los que salimos al monte en busca de esos pequeños tesoros, unos por el placer de recogerlas y disfrutar al mismo tiempo de nuestros bosques y de "respirar aire puro", otros por su innegable placer gastronómico.
La aparición de las setas tiene mucho que ver con las condiciones climatológicas del otoño, principalmente con la lluvia (sobre todo después del verano que hemos tenido), así que si llueve un poco más, los aficionados a este "deporte" tendremos un otoño muy bueno.
La aparición de las setas tiene mucho que ver con las condiciones climatológicas del otoño, principalmente con la lluvia (sobre todo después del verano que hemos tenido), así que si llueve un poco más, los aficionados a este "deporte" tendremos un otoño muy bueno.

RECOMENDACIONES

Salir en busca de setas no está exento de riesgos y por lo tanto debemos tener en cuenta ciertas recomendaciones a la hora de la recolección y sobre todo a la hora de su consumo.


-Todo aficionado a las setas debe salir al monte con el equipo apropiado para la recolección de las setas y especialmente debe ir provisto de una buena cesta y una navaja. Nunca se deben utilizar bolsas de plástico, pues las setas se estropean con facilidad y se acelera su descomposición.
- Has de ser respetuoso con la naturaleza. Nunca usar rastrillos ni bastones con pinchos que puedan dañar el hábitat de los hongos.
- Cortar las setas con navaja. No arrancarlas para no dañar el micelio. Solamente cuando se quiere estudiar o identificar una seta hay que sacar la seta completa, con todo el pie.
- Después de cortar el pie, limpiar la seta y dejarla en la cesta con las láminas boca abajo. Hay unas navajas especiales para los seteros, provistas de cepillo, aunque no son imprescindibles. Una navaja normal, con buen corte, es suficiente.
-sólo las setas que se conocen. Hay que evitar cortar o pisotear ejemplares que no se conocen. Además esas setas pueden servir a otras personas o para otros fines en su hábitat.
- Ante la duda, NO LA COJAS. Si no estás seguro de que una seta es comestible, déjala y, si la has cogido, tírala.
- Desconfiar de los sistemas tradicionales de identificación. Métodos tan poco científicos como dar de comer las setas al gato y si no le pasa nada es que son buenas; poner una moneda de plata sobre las setas y si la moneda ennegrece es que no son comestibles; o cocerlas con un diente de ajo y, si éste se pone negro, es que son malas, no son en absoluto fiables.
- No te fíes sólo de una fotografía para identificar una especie. La luz, posición, objetivos…etc. pueden modificar la imagen o el color. Es conveniente buscar el consejo de una persona entendida que te aconseje y utiliza las guías de campo como complemento.
- Si eres novato, déjate acompañar por un experto. Te dará confianza y aprenderás mucho más rápido a distinguir las setas. Sobre todo asegúrate de que todos los ejemplares que eches a la cesta sean comestibles.
- Recoger sólo los ejemplares que se encuentran en buen estado. Desecha los ejemplares viejos o en malas condiciones (agusanados, enmohecidos, putrefactos) ya que podrían causarte problemas digestivos. No cojas los ejemplares demasiado jóvenes, (¿Pezqueñines?, ¡No, Gracias!) y alguno puede ser peligroso al poder confundirlo con otra especie.
- Coger sólo los ejemplares que se vayan a consumir
Aunque es también muy gratificante obsequiar a familiares y amigos si la recolección ha sido abundante
- En caso de intoxicación, acudir inmediatamente a un centro médico. En las intoxicaciones por setas es muy importante el diagnóstico y tratamiento rápido. Es conveniente llevar algún ejemplar de las setas que se han ingerido.